Sobre mí…
Nací en San José de Costa Rica en el seno de una familia donde el arte se respiraba a diario de la mano de mi madre, Sonia Romero, pintora y dibujante, profesora de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica, mi primera maestra. A su lado crecí y me contagié de su pasión por el dibujo, su rigor, y su compromiso con el arte. Desde muy pequeña supe que quería seguir sus pasos, dedicarme de lleno a la pintura inicialmente, luego a la tridimensionalidad. En Costa Rica inicié los estudios de Bellas Artes que luego seguí en Madrid y Valencia. Siendo estudiante en Madrid tuve la enorme suerte de tener a Joaquín García Donaire como profesor de modelado en segundo año, a él le debo la decisión de tomar el camino apasionante de la escultura como especialización.
Amo la pintura tanto como la escultura, con el dibujo como andamio que todo lo sostiene y que a diario practico. Y durante años me dediqué sobretodo a pintar al óleo, a la acuarela, al pastel… Sin embargo, desde el año 2000 me consagro a la escultura casi totalmente, siendo la piedra mi material favorito, y dentro de este, el mármol mi predilecto.
Desde el año 2015 compagino mi residencia en Valencia, España, con estancias anuales de tres meses en Costa Rica, en donde sigo produciendo y exponiendo mi trabajo ante el público costarricense.
En mi trabajo con la piedra, busco establecer un estrecho vínculo con el bloque siguiendo el espíritu fundamental de la talla directa. El trabajo con el material está influido por la respuesta que la piedra me va dando conforme avanzo en la labor sustractiva del desbaste y de la talla.
“Escuchar a la piedra” como aconsejaba Brancusi constituye un objetivo para mí, ya que conlleva el conocimiento del material pero sobretodo, una actitud de respeto y de paciencia que considero indispensable para lograr un trabajo honesto.
Partiendo de nada en concreto, o bien de una vaga idea o estímulo, me gusta permitir ese diálogo incierto entre materia y pensamiento, y propiciar resultados muchas veces insospechados.
La variedad de materiales y la combinación de éstos entre sí conlleva también una variedad en los lenguajes y las intenciones. Busco provocar esa confrontación y observar cómo la materia se expresa en su propio lenguaje, y cómo el metal, la piedra y la madera aportan su dureza, su vitalidad y su eternidad, sugiriendo diferentes sensaciones táctiles y visuales en el observador.
Me estimula pensar que el material que trabajo desde un principio será luego el definitivo, y creo que esta característica le imprime enorme fuerza al resultado final. Es la satisfacción de procurarle al bloque en bruto su intencionada evolución hacia una forma significativa.
Si quieres saber más sobre mi trabajo escultórico, te invito a ver este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=zrfn9SP4qc4